viernes, febrero 04, 2005

en una humilde plaza...

A medida que nos acercamos a la muerte, también nos inclinamos hacia la tierra. Pero no a la tierra en general sino a aquel pedazo, a aquel ínfimo pero tan querido, tan añorado pedazo de tierra en que transcurrió nuestra infancia. Y porque allí dio comienzo el duro aprendizaje, permanece amparado en la memoria. Melancólicamente rememoro ese universo remoto y lejano, ahora condensado en un rostro, en una humilde plaza, en una calle...
Ernesto Sábato.

1 comentario:

Mariano Pineda dijo...

A que adivino quien cita a Sabato...LA MONA!!!!
CGP