viernes, agosto 03, 2007

Gerardo

Deep Purple, (grossa banda admirada por Betty), tenía una canción que se llamaba "Noche cálida de agosto" . A la edad en que leí esto del soberbio "LP"
"Machine Head" que sonaba siempre en Monroe 4539 7º F, nunca había entendido el nombre de este tema ... juraba que en mis 9 ó 10 años de vida jamás había recordado que agosto hubiese tenido alguna noche cálida.
Los Purple tenían razón. De este lado del mundo las noche de agosto son muy cálidas.
"Pues bien", anoche era una de esas noches. Salí a dar una vuelta con la bicicleta y Fanny me sugirió alquilar una película antes de que cierre el videoclub. Recorrí rápidamente los 600 metros que separan nuestra casa de "Alfil".
Entré en el preciso instante en el que el dueño apagaba casi totalmente las luces del establecimiento mientras el señor de la seguridad (ya de civil) continuaba su trabajo ocularmente (lo pusieron hace poco porque entraron a robarles de malos modos).
Cuando vamos ambos a alquilar, tenemos un método para decidirnos. Cada uno elige tres pelis y de las 6 vamos descartanto hasta quedarnos con una. Este método no falla nunca. Ayer no daba tomarme mucho tiempo para la elección (las luces no ayudaban tampoco) entonces agarré una que en alguna oportunidad había sido finalista de nuestro proceso de elección, aunque con algo de dudas.
La película se llama: "En Busca de la Felicidad" (según Traductor Man español) el título original es: "The Pursuit of Happyness" y actúan Will Smith y su hijo.
La película nos encantó. La recomendamos plenamente. Está basada en una historia real. Entre la cantidad de cosas que me hizo acordar la película, hubo una que se llevó el premio y de esto va esta publicación:

(Estoy convencido de que habrá mejores y más informados cronistas de los hechos que pasaré a mencionar)

Viernes a la noche. Invierno duro. Operativo Sopa en la estación Once. Analía y su corazón de oro se traen a un ser diminuto, ojos saltones, vago, comprador, divertido, atorrante a la casa de Triunvirato y a Betty ... Yo creo que estuvo meses viviendo allí. Impresionante la Gorda, como lo cuidó y se preocupaba por él.
Una noche se fué. Estaba como enojado, hacía un frío que helaba la sangre, Mami lo abrigó como si fuese al polo norte y luego de mucho hablarle y convencerle poco lo despidió. Eran las 12 de la noche ... Vas a ver como vuelve ... dice la gorda, que se queda horas esperando hasta que suena un timbre, 2.30, 3 de la mañana ... volvía el inquilino arrepentido.

Un beso y un abrazo a todos con este recuerdo y la publicación nº 300 de este blog.

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